jueves, 11 de agosto de 2011

EL HACHA                                                       SIN DUEÑO

Era una noche tranquila, Tom leía un libro titulado “DIARIO DE GREG” cuando, inesperadamente, las velas se apagaron (y eso que apenas había aire) y las persianas se bajaron solas. El niño se sobresaltó al comprobar lo que ocurría.
De repente, unos ojos inyectados en sangre resaltaron ante toda la oscuridad. Solo se oía los constantes latidos de su corazón cuando la puerta se abrió. Se hoyó un grito y después, nada.
Al día siguiente, sus padres abrieron la puerta y solo encontraron un hacha llena de sangre; pero el niño no estaba.

Adrián Pantoja 5º