LA MANO NEGRA

Había una vez un chico que vivía en una casa en el bosque con sus padres. A todas horas, el joven (que se llamaba Oscar) se escapaba de su casa y se iba por ahí con sus amigos hacia el bosque, pero, un día, sus padres le dijeron que no fuera más, a lo que él respondió:

-        ¡Bah! ¿Y qué me va  a pasar?

  Así que no les hizo caso.

Fue hacia el bosque, pero esta vez él solo, para tranquilizarse un poco, y, de repente, oyó que algo se acercaba.

Miró a todos lados pero no vio nada. Entonces, entre la maleza, consiguió distinguir algo: ¡Una mano! ¡Una mano negra!

Oscar corrió a su casa y le pidió explicaciones a si madre, que estaba cocinando:

-        Me lo temía-dijo, apesadumbrada.

-        ¿El qué?

-        La mano, la mano negra ha vuelto. Cuenta una antigua leyenda que ese bosque fue un lugar perfecto para ocultarse en tiempos de guerra. Y un pobre emigrante se escondió allí, hace muchos años, pero le pillaron y le cortaron la mano. Y se dice que desde entonces la mano anda por ahí asustando a la gente. Por eso te dijimos que no fueras. Nosotros también la vimos cuando éramos jóvenes.

Y Oscar no volvió nunca a desobedecer a sus padres.

Elena Heras, 5º.