María estaba rebosante de alegría. Le había tocado la lotería. Se iba a comprar un coche nuevo, también quería pagar la hipoteca, incluso iba a donar parte de su fortuna a los pobres. Todo era maravilloso.
Entonces María dejó de mirarla bola de cristal que había comprado en el chino. Puede que vaya a ocurrir; pero no era probable , la bola era un timo.
Juan Carlos Díaz Rodríguez (5º)
Rosalía de Castro (Getafe)
Juan Carlos, en este relato hay mucha tela que cortar. Voy a ir por partes, mira:
ResponderEliminar"María estaba rebosante de alegría. Le había tocado la lotería"
(¿No te suena mal tantas ías juntas?)
De entrada hay que cambiar al menos tres de las cuatro. Así queda mejor, con menos ruido de ías. Ten presente que la prosa funciona al revés que el verso: es mejor buscar lo diferente. Observa:
Antonia estaba rebosante de felicidad. Le había tocado la primitiva.
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En esta otra parte, apenas he metido la tijera; pero compárala, porque algo he hecho para reducir "ibas":
"Se iba a comprar un coche nuevo. También quería pagar la hipoteca e incluso donar parte de su fortuna a los pobres. Todo era maravilloso"
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Y en el último tramo del relato...
"Entonces, Antonia dejó de mirar la bola de cristal que había comprado en el chino. Puede ocurrir, pensó,¿por qué no? Pero es bastante improbable... Esos métodos de adivinar el futuro, ya de por sí un timo redondo, lo son más en una tienda de "todo a un euro"