miércoles, 9 de febrero de 2011

Un susto de muerte

Un día una caracola, que era muy despistada, paseaba por el coral fronterizo que separaba a las caracolas de los peces. Al cruzar la zona de peces se dio cuenta de que alguien la observaba, se giró, pero no había nadie. Cuando miró al frente una cara gigante apareció y la caracola se dio un susto de muerte, porque no era la cara de un pez, sino la de un ser humano. En ese momento se dio cuenta que estaba dentro de una pecera.

                                                David Vela Jurado 5º

1 comentario:

  1. Muy bueno. Y además, ingenioso. ¡No hay como ponerse a escribir! Ya ves lo que tenías guardado en la mina del lápiz. Seguro que hay muchos más.

    Apenas lo he retocado, pero algo he corregido:

    Una caracola muy despistada paseaba por el coral fronterizo que separaba a las caracolas de los peces. Al cruzar a la zona de peces se dio cuenta de que alguien la observaba. Se giró, pero no había nadie. Cuando miró al frente, una cara gigante apareció y la caracola se dio un susto de muerte: no era la cara de un pez, sino la de un ser humano.

    En ese momento se dio cuenta que estaba dentro de una pecera.

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