miércoles, 30 de marzo de 2011

El monito de Jorge




Un  día  soleado, paseaba  por  la  calle.  Iba tranquilo leyendo el periódico. La vida me sonreía: era feliz. De pronto, en un gran árbol divise un mono. Me acerque unos pasos. En ese instante no tenía ningún cacahuete. Y eso que a mí me encantan. Cada día que voy al supermercado compro una bolsa llena, y fui a casa y se lo conté a mama. Ella no me creyó y la lleve al sitio donde le vi y no estaba. Al día siguiente me lo encontré otra vez y se lo dije a mama pero lo único es que me lo lleve a casa y mi madre se lo pudo creer.

                                                              Mario
                                                             López
                                                                 y
                                                           Gonzalo
                                                            Medina                                                                                       

1 comentario:

  1. Muy bien, muy bien. Os ha quedado un texto bastante trabajado.

    Un día soleado, paseaba por la calle. Iba tranquilo leyendo el periódico. La vida me sonreía: era feliz. De pronto, en un gran árbol divisé un mono. Me acerqué unos pasos. En ese instante no tenía ningún cacahuete. Y eso que a mí me encantan. Cada día que voy al supermercado compro una bolsa llena. Cuando llegué a casa, se lo conté a mama. Ella no me creyó y la lleve al sitio donde le vi y no estaba. Al día siguiente me lo encontré otra vez y se lo dije a mama; pero lo único es que me lo lleve a casa y mi madre se lo pudo creer.

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